Manuel Rodriguez Becerra

Manuel Rogriguez Becerra

Maestros del medio ambiente

El profesor Francisco Araque Parada recibió el ‘Gran Premio Planeta Azul.

Por: Manuel Rodríguez Becerra

/ 7 de agosto 2009

El profesor Francisco Araque Parada recibió el ‘Gran Premio Planeta Azul, 2008-2009’ del Banco de Occidente, como reconocimiento al trabajo adelantado en pro de la protección de Sisavita, un área ecológica estratégica de páramo, subpáramo y bosque andino que incluye ocho lagunas de origen glaciar y dieciocho quebradas que conforman el río Cucutilla. Como parte de esta noble empresa, el profesor Araque, junto con cientos de habitantes del municipio de Cucutilla, logró que la Corporación Autónoma Regional de la Frontera Nororiental (Corponor) declarara el Parque Natural Regional Sisavita, no obstante la oposición que encontró en el Gobierno nacional, más interesado en respaldar las pretensiones de la empresa minera canadiense Grey Star de explorar y explotar oro y plata en 6.000 de las 12.000 hectáreas que comprenden esta valiosa e insustituible área de conservación.

Durante los quince años que lleva en su empeño, el profesor Araque ha utilizado el Proyecto Ambiental Escolar (PRAES) como instrumento estratégico para convocar el trabajo y la creatividad de los alumnos y docentes de los establecimientos educativos del municipio, así como de los líderes comunitarios, padres de familia y concejales, en torno a la protección de Sisavita.

El PRAES es una estrategia que está también utilizando un conjunto de 45 planteles educativos en la defensa del río Tunjuelito, un proyecto que mereció el segundo puesto del Premio Planeta Azul en el presente año. A partir de un sofisticado proceso pedagógico para conocer y diagnosticar los graves problemas ambientales de este afluente del río Bogotá, maestros y alumnos adelantan múltiples acciones concretas para la recuperación y conservación de la diversidad biológica de su cuenca.

No es la primera vez que los proyectos ambientales escolares reciben este tipo de reconocimiento. Así, por ejemplo, el Liceo Ecológico del Norte obtuvo el ‘Gran Premio Planeta Azul, 2006-2007’ por el proyecto “La microcuenca de La Conejera, una caja de herramientas para transformar la educación”, que ha desarrollado por 16 años y que permea todas y cada una de las materias del currículo, desde la ciencias naturales hasta las ciencias sociales, pasando por la enseñanza del español. El humedal de La Conejera se constituye al mismo tiempo en un laboratorio, en el cual los estudiantes aprenden ecología y se hacen conscientes de la problemática socioambiental de su entorno, y en una plataforma para la acción desde donde, conjuntamente con sus padres de familia y la comunidad de la zona de Suba, lanzan múltiples campañas para la protección ambiental. Y en la misma ocasión, el Colegio Integrado Nacional de Varones Alonso Carvajal Peralta -Chitagá, Norte de Santander-, ocupó el tercer puesto en el Premio Planeta Azul, con el proyecto ‘Manejo integral de la microcuenca La Viuda, como propuesta pedagógica para incluir la dimensión ambiental en el currículo (PRAE)’ que guarda muchas similitudes con el proyecto de La Conejera.

Los proyectos que han recibido estos galardones simbolizan el positivo balance de la Política Nacional de Educación Ambiental, que cumple ya diecisiete años de continua actividad. Durante este período, el Ministerio de Educación ha demostrado una admirable persistencia en su implementación, y registra a la fecha 2.500 proyectos ambientales escolares, 175.000 estudiantes vinculados, 5.000 maestros formados en el tema y dieciséis departamentos directamente atendidos por el programa.

No sin razón, la Unesco seleccionó al PRAES como uno de los veinticuatro mejores programas de educación ambiental del mundo, en la Conferencia Mundial sobre Educación para el Desarrollo Sostenible, realizada recientemente en Bonn. ¡De cuando en vez los ambientalistas somos portadores de buenas noticias!