Manuel Rodriguez Becerra

Manuel Rogriguez Becerra

Los candidatos y el medio ambiente

En reciente foro sobre el ‘Futuro ambiental de Bogotá

Por: Manuel Rodríguez Becerra

/ 16 de octubre 2007

En reciente foro sobre el ‘Futuro ambiental de Bogotá: qué opinan los candidatos’, estos fueron prácticamente unánimes en la identificación de los problemas ambientales de la capital que requieren ser resueltos con prioridad.

Los seis candidatos oyeron con atención y paciencia las intervenciones de seis expertos, que sirvieron como abrebocas del debate, para luego sentar sus posiciones, una actitud poco usual en nuestros políticos tan acostumbrados a que los escuchen y a no escuchar. Se trata de un foro sin precedentes en la historia de las campañas para la Alcaldía de Bogotá y, quizás, una señal de que el tema está adquiriendo una mayor prioridad en una ciudad cuyas administraciones de los últimos 16 años muestran un balance ambiental negativo, tal como se expresa en la creciente contaminación del aire o en la incapacidad que han demostrado para resolver la aguda contaminación del río Bogotá.

Los candidatos coincidieron en señalar el agua como eje articulador de la gestión ambiental de Bogotá. No solo es urgente asegurar la provisión actual y futura para la ciudad y la región, que implica proteger en forma efectiva los páramos de Chingaza y Sumapaz y las diversas cuencas hídricas de la región, así como ahorrar este recurso y hacer una adecuada disposición y tratamiento de las aguas servidas o, en otras palabras, emprender de una vez por todas las obras requeridas para entregar las aguas al río Bogotá en buen estado.

Se reiteró que al nuevo Alcalde le tocará exigir a Ecopetrol el suministro de un diésel con la calidad requerida para cumplir con los estándares de la Organización Mundial de la Salud. Es una condición necesaria para combatir los altos niveles de contaminación del aire de Bogotá, que, de conformidad con el reciente informe del Banco Mundial, causa diversos problemas respiratorios, tanto en un amplio grupo de la población infantil como de la población adulta. No es aceptable para Bogotá esperar hasta el 2010 por un diésel de calidad, como lo ha prometido Ecopetrol, que hoy funge de empresa ecológica.

Fueron muchos los otros temas abordados, incluyendo el futuro de los cerros y la sabana de Bogotá. Entre ellos, sobresale la imposibilidad económica de los grupos más pobres de la población de adquirir tierras habitables, por lo cual se acaban asentando en zonas de alta vulnerabilidad ambiental frente a los desastres naturales, como son las áreas de alta pendiente o los cauces de los ríos y quebradas. Se trata de un problema socioambiental que aqueja a todas las ciudades del país, cuya solución definitiva seguramente requeriría de reformas de la legislación a nivel nacional. Pero entre tanto, es necesario que el nuevo Alcalde de Bogotá tome las medidas que están a su alcance a partir de los diversos instrumentos que da la ley.

Los candidatos convergieron en el diagnóstico de los problemas ambientales prioritarios, aunque fueron menos prolíficos y concretos en las soluciones planteadas para enfrentarlos. En particular, preocupa que ninguno se comprometiera en forma clara en el fortalecimiento de la institucionalidad ambiental del Distrito Capital y los presupuestos para desarrollar las acciones requeridas. Si esto no se hiciere, todo lo expresado en el positivo foro adelantado con los aspirantes a dirigir la ciudad se podría quedar en las buenas intenciones.

Cada vez más, los electores de las grandes ciudades como Nueva York, Londres, Tokio, Los Ángeles o Toronto escrutan con detalle las propuestas ambientales de sus candidatos, como parte fundamental de su decisión de por quién votar. Y quienes en los últimos años han triunfado en las elecciones de estas urbes muestran hoy impresionantes realizaciones ambientales dentro de su agenda gubernamental. Ya es hora de que Bogotá tome esta senda como una de las condiciones necesarias para mejorar la calidad de vida de todos los bogotanos.