Manuel Rodriguez Becerra

Crisis ambiental y relaciones internacionales: hacia una estrategia colombiana

Crisis ambiental y relaciones internacionales:
hacia una estrategia colombiana​

Autor: Manuel Rodríguez Becerra

Año de publicación: 1994
Fuente: Friedrich Ebert Stiftung en Colombia, Fundación Alejandro Angel Escobar y CEREC
ISBN: 958-9061-77-X203p

Este libro lo comencé a escribir después de regresar de la histórica Cumbre de la Tierra, convocada por las Naciones Unidas, celebrada en Río de Janeiro en junio de 1992. En 1994 fué publicado por Fescol una fundación alemana con la cual he adelantado diversos proyectos desde entonces (debo advertir que ad-honorem) y con la que creamos el Foro Nacional Ambiental en 1997, siendo la directora del área ambiental Marta Cárdenas, con quien publicamos siete de los libros que aparecen en esta página. Río 92 fue una conferencia de suprema importancia en la historia del ambientalismo y del desarrollo sostenible puesto que en ella 120 Jefes de Estado firmaron la Convención de Cambio Climático, la Convención de Biodiversidad, la Declaración de Río sobre Medio Ambiente y Desarrollo (en la cual se consagró políticamente el concepto de desarrollo sostenible), la Agenda 21 (la expresión programática de la declaración de principios y la primera agenda mundial sobre desarrollo sostenible), y el Acuerdo sobre el Desarrollo Sostenible sobre Todo Tipo de Bosques. Participé en la Conferencia como delegado del gobierno nacional en mi calidad del Instituto Nacional de los Recursos Naturales y del Medio Ambiente, INDERENA, institución que tuvo la responsabilidad de desarrollar las posciones de Colombian en la conferncia conjuntamente con el Ministerio de Relaciones Exteriores.
En este libro se consigna el análisis que, como académico, hice de la Cumbre así como diveras reflexiones originadas en mi testimonio personal. Es un testimonio que hace referencia a la Cumbre realizada en Río y a las cuatro reuniones preparatorias (de negociación) que tuvieron lugar entre febrero de 1990 y abril de 1992, previamente a ella que en total tuvieron una duración 11 semanas y en cuyos intérvalos tuvieron lugar numerosas conferencias no formales sobre temas críticos relacionados con los acuerdos que se firmaron. La participación de Colombia tuvo un alto perfil en comparación con los países en desarrollo equivalentes. Es una afirmación que hago a partir del análisis adelantado por observadores del desarrollo de la Cumbre. No fue un asunto producto de la casualidad. El Presidente César Gaviria le otorgó alta prioridad política a la Cumbre como lo hizo con la creación del Ministerio del Medio Ambiente. Colombia contó con una robusta delegación liderada por Enrique Peñalosa Camargo, un diplomático colombiano con reconocido reconocimento internacional como lo evidenció el hecho de que fuese uno de los cinco miembros del grupo asesor, de Maurice Strong, el Secretario de la Conferencia.