Manuel Rodriguez Becerra

Manuel Rogriguez Becerra

La urgente transformación ganadera

El establecimiento de los sistemas silvopastoriles intensivos genera un sustantivo enriquecimiento de la biodiversidad y protege los suelos.

Por: Manuel Rodríguez Becerra

/ 21 de julio de 2025

En la reciente Feria Agropecuaria en Bogotá, Agroexpo 2025, Fedegán organizó un foro en el cual se le recordó al país el lamentable avance que registra la transformación ganadera en Colombia. Es una actividad dominada por una ganadería extensiva, la cual ha tenido graves daños para el medio ambiente que incluyen, entre otros, la deforestación, la pérdida de biodiversidad, el empobrecimiento de los suelos, la desprotección de las cuencas hidrográficas y la emisión anual de más del 33 % de los gases de efecto invernadero (GEI) producidos por el país. En efecto, la ganadería, cuando solo contribuye con el 1,4 % del PIB nacional, genera una y media veces más emisiones de GEI que la quema de combustibles por el transporte y la industria manufacturera y de la construcción, sectores que aportan la cuarta parte del total de emisiones de GEI del país.

¿Por qué no se avanza cuando Colombia cuenta con una sólida historia de más de cuarenta años en el desarrollo de efectivas tecnologías sobre los sistemas silvopastoriles las cuales están en posibilidad de transformar radicalmente la ganadería extensiva, lo que conllevaría enormes beneficios ambientales, económicos y sociales? Es un tema que he tratado en diferentes escritos (ver Presente y futuro del medio ambiente en Colombia, 2023).

En esencia, los arreglos silvopastoriles son una forma de agroforestería que se enfoca en la combinación de árboles y pastos para la producción ganadera. Estos sistemas pueden incluir diferentes tipos de arreglos, como árboles dispersos en potreros, cercas vivas, cortinas rompevientos, bancos mixtos de forraje, sistemas intensivos y corredores ribereños. Los sistemas silvopastoriles intensivos (SSPI) son una forma superior de los arreglos silvopastoriles, los cuales son arreglos agroforestales que combinan plantas forrajeras, como pastos y leguminosas, con arbustos y árboles para la nutrición animal y usos complementarios. Estos arreglos de flora, además de proveer alimentación al ganado, generan un sustantivo enriquecimiento de la biodiversidad y protegen los suelos de la erosión y el empobrecimiento; además, protegen las fuentes de agua.

“El establecimiento de los SSPI requiere un cambio de la cultura del ganadero tradicional y asistencia técnica y financiación, en particular para los medianos y pequeños ganaderos.”

Así, los SSPI se constituyen en una estrategia central para hacer los sistemas ganaderos más resilientes al cambio climático. Es un sistema que está en capacidad de enfrentar mejor el incremento de las lluvias torrenciales, las estaciones de lluvias prolongadas y las sequías agudas. A su vez, el aumento sustantivo de la biomasa en lo que antes eran pastizales –debido a la captura de CO2– convierte los SSPI en un estrategia para la mitigación del cambio climático.

Los SSPI generan una mayor productividad de carne y leche por hectárea, estimándose que el número de cabezas de ganado por hectárea puede ascender a más de 2,7. Esto, en contraste con la región amazónica y la altillanura (el Vichada), en donde la capacidad de carga es de apenas de 0,05 cabezas de ganado por hectárea, o con el resto del país, en donde es de 1,3.

Los beneficios de la transformación ganadera mediante SSPI fueron ampliamente comprobados en el proyecto piloto que se realizó en Colombia bajo el liderazgo de Fedegán mediante una financiación conjunta entre el Banco Mundial y la cooperación internacional del Reino Unido en la década pasada, que comprendió cerca de cien mil hectáreas. ¿Por qué, no obstante sus significativos atributos, la implementación de los SSPI está siendo tan baja?

Uno de los grandes obstáculos es que la ganadería extensiva es una práctica común, de bajo esfuerzo y poca inversión, en predios donde se utiliza el suelo no como factor productivo, sino, principalmente, como espacio de especulación predial y acumulación de riqueza y poder. Este hecho explica parcialmente por qué los SSPI, aun siendo más rentables que los convencionales utilizados por la mayoría de los ganaderos, no son una práctica que domine o se expanda con fortaleza en el paisaje colombiano. Además, el establecimiento de los SSPI requiere un cambio de la cultura del ganadero tradicional y asistencia técnica y financiación, en particular para los medianos y pequeños ganaderos. Está en manos del Gobierno generar las políticas para crear las condiciones con miras a acelerar sustantivamente los SSPI.