‘El camino a cero’
¿Con las políticas ambientales que expone el presidente Duque en su libro entramos a una nueva era?
Por: Manuel Rodríguez Becerra
/ 02 de enero 2022
‘El camino a cero: La estrategia de Colombia hacia la carboneutralidad’ es el nuevo libro del presidente Iván Duque (Planeta, 2021). Señala los retos que para el Estado colombiano representa el cumplimiento de la meta de reducir en 51 % las emisiones de gases de efecto invernadero en el curso de esta década, meta a la que su gobierno comprometió al país en la Conferencia de Glasgow sobre el Acuerdo de París. Y señala también los retos asociados por las metas que Colombia ya ha asumido para la Conferencia de las Partes (COP 15) de Biodiversidad, que “son la visión de un país que tiene en la biodiversidad su mayor riqueza y su mayor distinción internacional” (p. 25).
La publicación de este libro tiene un gran significado, puesto que es un claro mensaje a la ciudadanía sobre la altísima prioridad que tiene para el país la protección del medio ambiente. Pero es un mensaje que se da en medio de una creciente destrucción de la naturaleza de Colombia, un fenómeno que el país no ha logrado detener, desde que se concibiera y aprobara el Código de los Recursos Naturales Renovables y del Medio Ambiente, a principios de los años setenta, en los gobiernos de Misael Pastrana y Alfonso López. Con posterioridad se registran otras políticas de gran ambición: protección de la diversidad cultural y biológica, en el gobierno de Virgilio Barco; constitución ecológica y creación del Ministerio del Medio Ambiente y el sistema nacional ambiental, en el gobierno de César Gaviria; y los compromisos adquiridos en el marco de los ODS y del Acuerdo de París, en el gobierno de Juan Manuel Santos. Lo cierto es que estas políticas en su conjunto han tenido una implementación muy parcial, como lo evidencia el incesante avance de la destrucción de componentes esenciales de nuestro patrimonio natural. Obviamente, hay que reconocer algunos logros de esas políticas sin los cuales la situación sería aún peor (ejemplos: los avances en provisión de agua potable y saneamiento básico, la creación de los parques nacionales, los resguardos indígenas y las propiedades colectivas de las comunidades negras, los avances hacia la transición energética del actual gobierno).
¿Acaso con las ambiciosas políticas ambientales expuestas por el presidente Duque en su libro estamos ingresando a una nueva era? La respuesta es un contundente no. Las condiciones que han hecho que las mencionadas políticas, incluyendo las de Duque, hayan en balance fracasado se mantienen básicamente intactas. Es el caso de la deforestación, de lejos el principal problema ambiental de Colombia, con gravísimas consecuencias para la biodiversidad, el cambio climático, el ciclo del agua y los suelos. El actual gobierno prometió colocar al país en una senda que conduzca a una deforestación cero en 2030, o sea, reiteró la meta a que se comprometió el gobierno de Santos en 2014. ¿Resultados? En el periodo 2014-2017 se incrementó la deforestación, ascendiendo a 662.951 hectáreas, y en el período 2018-2021 se habrían deforestado 647.00 hectáreas, o sea que la disminución en relación con aquel período ha sido irrisoria. Es un fracaso de los dos gobiernos que se deriva, ante todo, de la precaria presencia del Estado en las áreas boscosas del país y muy en particular en las extensas selvas de la Amazonia y del Pacífico. Asegurar la presencia del Estado en esas zonas (que incluye desde la Fuerza Pública y los organismos de justicia hasta la provisión, por diversas agencias del Estado, de bienes colectivos, incluyendo aquellos dirigidos a la población más pobre) exige la inversión de multimillonarios recursos económicos, que ni este gobierno ni los anteriores han estado dispuestos a asignar. Obviamente se requerirían otras medidas, como las concernientes al acceso a suelos fértiles de los campesinos sin tierra, previsto en el acuerdo de paz. ¿Será que los dos gobiernos que restan de 2022 a 2030 transformarán las condiciones que propician la deforestación? Si no lo hacen, ‘El camino a cero’ del presidente Duque será una nueva quimera y una tragedia para el país.