De la Ciénaga Grande a Pereira
Ambos foros se enmarcan en el objetivo de escudriñar los retos socioambientales del país.
Por: Manuel Rodríguez Becerra
/ 08 de octubre 2017
Dos foros públicos singulares tuvieron lugar en septiembre: ‘La crisis socioambiental de la Ciénaga Grande de Santa Marta’ y ‘Pereira, hacia una ciudad sostenible en el posconflicto’. ¿Qué tienen que ver entre sí estos dos eventos realizados en lugares tan lejanos y sobre temas tan disímiles? El denominador común es que ambos se enmarcan en el objetivo de escudriñar los retos socioambientales del país y de sus regiones y de buscar respuestas para enfrentarlos, una tarea en la que el Foro Nacional Ambiental (FNA), su promotor y organizador, ha estado empeñado desde hace veinte años.
La Ciénaga Grande ha sido uno de los centros de atención del FNA en los dos últimos años. En un gran evento –en alianza con la Universidad del Magdalena el año pasado– participaron todas las partes que son responsables y víctimas del deterioro de este ecosistema, que, de continuar, podría conducir a su colapso. En el pasado mes se hizo un segundo foro con la participación especial de Martha Rojas, secretaria de Ramsar, el convenio mundial para la protección de los humedales, que recientemente rindió un informe sobre la grave situación de la Ciénaga. Previamente al foro se hizo una visita de campo a la ciénaga y sus poblaciones palafíticas y al parque nacional isla de Salamanca. En estas actividades participó, también, el presidente del Congreso, Efraín Cepeda, quien, desde la Comisión de Ordenamiento Territorial del Senado, lideró tres sesiones de control político sobre la ciénaga, en las que algunos representantes del FNA participaron activamente. ¿Para qué ha servido toda esta actividad del FNA? Luis Gilberto Murillo, ministro de Ambiente, reconoce que ha incidido en el proceso de construcción de una política de largo plazo para restaurar la ciénaga.
El FNA ha venido trabajando en el tema de ciudades sostenibles en el posconflicto. En el foro de Pereira, académicos de la Universidad Tecnológica de Pereira presentaron sendos documentos a partir de los cuales se adelantó un debate sobre las políticas urbanas que son necesarias para hacer frente a los retos que trae el posconflicto. Como parte de esta línea de acción ya se han hecho foros sobre otras cinco ciudades –Bogotá, Bucaramanga, Cartagena, Medellín y Montería– y se realizarán otros dos sobre Buenaventura y Florencia.
Los riesgos económicos, sociales y ambientales del proyecto de navegabilidad del río Magdalena y la institucionalidad ambiental nacional han sido también preocupación del FNA en los dos últimos años. Y en sus 20 años de vida, el FNA ha hecho cerca de 200 foros y otras actividades sobre áreas protegidas, bosques, aguas, cambio climático, agricultura, minería, hidrocarburos y energía; sobre regiones, como el Chocó biogeográfico, la Orinoquia y la sabana de Bogotá; y sobre asuntos específicos como la reserva Van der Hammen y los biocombustibles. El FNA guarda en su página web un amplio conjunto de documentos, libros y videos, fruto de su actividad, cuyo acceso es libre para todos los interesados.
Son 20 años de una fascinante alianza que se dirige colectivamente y se maneja sin burocracia, y que hace su labor a partir del trabajo de expertos y de recursos económicos aportados por sus ocho miembros: Fundación Alejandro Ángel Escobar, Fundación Natura, Fundación Tropenbos, universidades de los Andes, Javeriana y del Rosario, WWF y Fescol, entidad esta última que ha jugado un papel fundamental en las realizaciones del Foro. Quienes luchamos por la protección del medioambiente en Colombia, que incluye aquellos que hemos tenido la oportunidad de colaborar con el Foro Nacional Ambiental o de participar en sus actividades, debemos estar agradecidos con todas estas organizaciones que con tanto desprendimiento han hecho realidad esta gran alianza.