Balance ambiental del gobierno Duque
Las aseveraciones del Presidente sobre el éxito de su política ambiental riñe con la realidad.
Por: Manuel Rodríguez Becerra
/ 10 de julio de 2022
El gobierno del presidente Iván Duque se rajó en su política ambiental. Su lucha contra la deforestación, el principal problema ambiental de Colombia, fracasó. Al final del Gobierno se habrán deforestado extensiones del orden de las 650.000 hectáreas, semejante a lo ocurrido en el segundo período del presidente Santos, no obstante haberse comprometido a reducirla radicalmente. Es un hecho que basta para afirmar que el gobierno de Duque no aprobó la asignatura ambiental.
Sin embargo, el Presidente en sus discursos, en especial ante audiencias internacionales, afirma que su gobierno es un indiscutible líder ambiental en América Latina y el Caribe, siendo sus principales argumentos: 1) comprometer a Colombia en reducir en 51 por ciento las emisiones de gases de efecto invernadero de aquí a 2030, y 2) alcanzar la meta del 30 por ciento de las aguas marinas de Colombia bajo algún tipo de protección, lo que le valió el Premio al Liderazgo Planetario 2022 de la National Geographic Society; con este premio se honra a los líderes mundiales que han establecido con éxito áreas protegidas de importancia global. Evidentemente, la declaración de las reservas marinas es muy positiva. En contraste, es muy negativo el hecho de que la deforestación de los parques nacionales amazónicos, en este período presidencial haya sido la mayor en la historia, no obstante que el Presidente se comprometió a llevarla a cero antes del 7 de agosto de 2022. Entre los parques más afectados se encuentran Chibiriquete, La Macarena, Picachos y Tinigua, y además, desde hace dos años los funcionarios de Parques Nacionales fueron expulsados de nueve de los doce parques existentes en la Amazonía. Así que la gestión de áreas protegidas de este gobierno está lejos de ser tan exitosa como el mencionado premio lo supone. Como un logro en la política de bosques, el Gobierno exhibe la siembra de 130 millones de árboles, una contabilidad que no tiene sentido en términos ecosistémicos, puesto que los bosques son mucho más que la suma de árboles. Pero al hacer uso de este ejercicio contable se encuentra que esta cifra no compensa para nada el número de árboles perdidos con la deforestación, que habría sido de 500 a 600 millones.
Si bien es positivo que el gobierno Duque haya comprometido al país en la reducción de gases de efecto invernadero y que se haya expedido la Ley de Acción Climática como medio para su implementación, hay que advertir que esta no cuenta con los recursos económicos requeridos para el efecto. Es un hueco que le tocará llenar al gobierno de Petro. El principal logro en política climática registrado por el Gobierno es el avance en la transición hacia energías limpias no convencionales (eólica y fotovoltaica). En suma, en cambio climático el vaso quedó medio vacío.
Las evaluaciones de respetadas entidades internacionales confirman que las aseveraciones del Presidente sobre el éxito de su política ambiental y su liderazgo en América Latina riñen con la realidad. El ‘Índice de desempeño ambiental’, publicado bianualmente por las universidades de Yale y Columbia desde el año 2000, es un índice compuesto que sintetiza 40 indicadores referidos a tres áreas de política: salud ambiental, vitalidad del ecosistema y cambio climático. En su edición 2022, Colombia se desplomó del segundo puesto, que ocupó en América Latina y el Caribe en seis de las mediciones correspondientes al período 2006-2020, al puesto 20 entre 32 países. Por otro lado, los avances en el cumplimiento de los ODS, que incluyen 17 objetivos sociales y ambientales, no son los mejores, según lo muestra el informe elaborado por el Centro de los ODS en América Latina y el Caribe de la Universidad de los Andes, que será presentado el 13 de julio. En general, los países de la región acusan un retraso generalizado a nivel global en el cumplimiento de los ODS, y en ese negativo cuadro de retraso Colombia se encuentra levemente por encima del promedio y se clasifica por debajo de once de los 23 países estudiados.