Manuel Rodriguez Becerra

Manuel Rogriguez Becerra

Alzhéimer, despojo y páramos

Recientemente, la Fundación Alejandro Ángel Escobar otorgó los premios nacionales de ciencia 2013…

Por: Manuel Rodríguez Becerra

/ 22 de septiembre 2013

Recientemente, la Fundación Alejandro Ángel Escobar otorgó los premios nacionales de ciencia 2013 a investigaciones que tienen un enorme significado para el avance del conocimiento, el desarrollo del país y la solución de problemas locales y globales.

Premio Ciencias Exactas, Físicas y Naturales: ‘Investigación del alzhéimer genético por mutación E280A en el gen de la presenilina-1 (PS1) en familias de Antioquia: una oportunidad para el desarrollo de las terapias preventivas’. Dirigida por Francisco Javier Lopera Restrepo en colaboración con veinte científicos, ha sido desarrollada por el Grupo de Neurociencias de la Universidad de Antioquia, en los últimos treinta años.

El punto clave de los hallazgos de esta investigación es que “abre la puerta para una intervención temprana antes de que las personas sufran los impactos clínicos y cognitivos”, según Nick Fox, del Instituto de Neurología del University College London, en declaraciones para la BBC.

Premio Ciencias Sociales y Humanas: ‘La tierra en disputa. Memorias del despojo y resistencias campesinas en la costa Caribe (1960-2010)’. La investigación, dirigida por Absalón Machado, fue realizada por el Centro Nacional de Memoria Histórica. Según el jurado, se trata de “una obra que permite escuchar diversas voces, en una trama entretejida entre la visión académica y el relato de los protagonistas. Es una obra magistral que documenta de manera muy juiciosa las luchas, las esperanzas y los retos de los procesos de memoria y restitución”.

Entre los tres trabajos en ciencias sociales acreedores a mención de honor se destaca el libro ¿De quién es la tierra? Propiedad, politización y protesta campesina en la década de 1930, de Marco Palacios, profesor del Colegio de México. Como lo resalta el jurado, la obra “deja abierta importantes vetas para la investigación sobre el tema particular de la tierra, que está en el centro de los conflictos actuales, como lo estuvo en la época que se estudia”.

Premio Medio Ambiente y Desarrollo Sostenible: ‘Aporte a la conservación estratégica de los páramos de Colombia, identificación de los límites inferiores a escala 1:100.000’, realizada, bajo la dirección de Carlos Sarmiento, por el Instituto de Investigación de Recursos Biológicos Alexander von Humboldt.

La importancia de esta investigación es obvia: de conformidad con la ley, los páramos están excluidos de la minería y al Ministerio de Ambiente le corresponde definir su límite inferior. Y esta delimitación debe basarse en la mejor ciencia disponible; es decir, en el estudio galardonado. Sin embargo, los grandes intereses mineros parecen, hoy, estar atentando contra este propósito.

Hace cincuenta y ocho años, la Fundación Alejandro Ángel Escobar otorgó por primera vez los premios de ciencia, así como los de solidaridad –que hacen también parte de su objetivo fundacional–, constituyéndose en una institución ejemplar para el fomento de la ciencia y de la filantropía. Su excepcional historia, signada por la excelencia, el rigor y la continuidad, no es un producto del azar. Y es que el generoso legado y disposiciones testamentarias de Don Alejandro Ángel, para la creación de los premios, han sido ejecutados en forma silenciosa, eficaz y creativa por dos mujeres admirables: María Restrepo de Ángel, la viuda de Don Alejandro, que la dirigió hasta su muerte, en 1990, y Camila Botero Restrepo, que la ha liderado desde entonces.

Coletilla. Adriana Soto realizó, durante los dos años en que ocupó el viceministerio de Ambiente, una meritoria y callada labor en pro de la protección ambiental, no obstante la baja prioridad del tema en el actual gobierno.