Colombia: alta vulnerabilidad al cambio climático
Hace parte de los once países que probablemente enfrentarán condiciones climáticas más extremas.
Por: Manuel Rodríguez Becerra
/ 29 de octubre 2021
Dos recientes informes sobre el cambio climático resultan alarmantes para el mundo y para Colombia.
El ‘Informe sobre la brecha de emisiones 2021’, de Naciones Unidas (Pnuma, 26 de octubre de 2012), señala la alta insuficiencia de los compromisos anunciados por los países en vísperas de la Conferencia de Glasgow para luchar contra el calentamiento global. Evidencia que con los nuevos compromisos (denominados Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional –NDC, por sus siglas en inglés–) se traspasaría el límite de 1,5 °C de incremento promedio de la temperatura de la superficie de la Tierra, en comparación con la de la era preindustrial, lo que colocaría el planeta en una senda de eventos catastróficos. En efecto, esos nuevos compromisos solo llevarían a una disminución del 7,5 % de las emisiones previstas para 2030 a partir los NDC acordados en 2015, cuando lo que se requiere es una disminución del 55 % para evitar que se traspase 1,5 °C. En síntesis, si los países se limitan a acordar en Glasgow las nuevas NDC, que se anunciaron previamente a la conferencia, y a implementarlas plenamente, es probable que se alcance un calentamiento global de alrededor de 2,7 °C para el fin del siglo.
Los retos son formidables. Por una parte, en Glasgow todos y cada uno de los países se deberán comprometer con las NDC que sean requeridas, y, por otra, comenzar a implementarlas de inmediato y sin pausa. Pero en el supuesto de que se llegue a un excepcional acuerdo, como lo esperamos, su implementación no es para nada obvia. Hay que recordar que las NDC a que se comprometieron los países en París, hace seis años, tuvieron un bajísimo nivel de cumplimiento, como se evidencia no solo en este informe, sino también en el muy detallado seguimiento que de estas hace Carbon Tracker, como lo señalé en pasada columna.
El informe ‘Cambio climático y las respuestas internacionales. Desafíos cada vez mayores para la seguridad nacional de Estados Unidos, hasta 2040’, del Consejo Nacional de Inteligencia de este país (21 de octubre de 2021), subraya que lo más probable es que el límite de 1,5 °C se supere hacia el 2030, independientemente de lo que ocurra en Glasgow. Y, ante esa conclusión, se centra en evaluar sus potenciales impactos para la seguridad nacional de EE. UU. Colombia se clasifica entre esos impactos: hace parte de los once países del mundo que “más probablemente enfrentarán temperaturas más cálidas, condiciones climáticas más extremas y alteraciones de los patrones oceánicos que amenazarán su seguridad energética, alimentaria, hídrica y sanitaria”. Estos efectos físicos del cambio climático “aumentarán el potencial de inestabilidad y posiblemente de conflicto interno en estos países”…, “lo que sugiere que desarrollar su resiliencia al cambio climático sería especialmente útil para mitigar los riesgos futuros para los intereses de EE. UU.”.
Como lo he reiterado en columnas anteriores, es loable que el gobierno del presidente Duque haya fijado como nueva NDC de Colombia la reducción de sus emisiones en 51 % hacia el 2030. Es necesario que se genere un consenso entre todos los colombianos para cumplirla, puesto que se trata, quizá, de la más ambiciosa meta planteada sobre el futuro del país en las últimas décadas. Pero, como sugerido, el reto de la adaptación de Colombia al cambio climático sería un reto aún mayor. Por eso, en las negociaciones en Glasgow, nuestra delegación debe otorgar al tema una alta prioridad. Así como es de máxima urgencia que se efectúe un detallado diagnóstico sobre la situación de altísima vulnerabilidad de Colombia al cambio climático, señalada en el informe de Consejo de Nacional de Inteligencia de EE. UU., y sus posibles implicaciones y formas de enfrentarla. En esta tarea sería central una cooperación técnica de EE. UU. que parta de los estudios que dieron lugar a tan alarmante informe.